Las vueltas hematológicas de la vida

Pues esta es una de las cosas que te demuestran que el dicho de "nunca digas nunca" es totalmente cierto (a parte de en otras cosas, claro) porque en mi caso se ha cumplido hoy. Yo siempre he sido de los que decían que les da demasiada impresión las agujas como para donar sangre, de los que se mareaban cuando les tocaba hacer análisis (antes, durante y despues de) incluso cogía unos berrinches de pequeño cuando me tocaba ir al médico que sería para verlos en video...pues bien, ahora sigue dándome bastante grima el olor de los hospitales, hasta tal punto que parece que entras de lujo y sólo con el olor ya no te encuentras tan bien. Tampoco me hace ninguna gracia ir al médico, de hecho sólo voy cuando me encuentro realmente mal.

Pero fijate tú que hoy me he comido mis palabras de antaño, cuando decía que nunca daría sangre...no se si me ha venido el conocimento de repente (espero que no) o si le he perdido el miedo a los pinchazos (espero que si) pero la verdad es que he entrado en el grupo de gente solidaria de este pais que hace ese pequeño sacrificio de perder media horita por la gente que lo necesita, los donantes de sangre. Mira que he visto veces en la universidad la oportunidad de hacerlo, pero nunca me habia atrevido, por mi autoconvencimiento alimentado desde pequeño de que me marearía o algo parecido, pues bien, nada de eso ha ocurrido. Además tiene sus ventajas: te dan un bocadillo y una coca-cola (si has desayunado poco incluso dos, como fue mi caso) te hacen análisis completos y te los llevan a casa y además te regalan un flamante boli!! es un chollazo vamos...jeje.

Bueno, no es que sea nada heroico ni especial, pero el hecho de verme haciendo cosas que siempre dije que no haría, y en situaciones en las que nunca pensé que me encontraría estan haciendo esta época de mi vida de lo más extraño...veremos donde acaba todo esto...igual en un par de años no me parezco en nada a lo que he sido siempre...bueno, si es un cambio para mejor bienvenido sea.

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