Infierno...

Buff, esto se pone feo. Pasan los dias y como si no pasaran. Te levantas por la mañana, normalmente más tarde de lo que querrías/deberías, desayunas, te arreglas (milagros tampoco se pueden hacer, así que no te esfuerces demasiado) y te vas...media horita de coche y a la uji. En la Uji la gente estudiando (o haciendo como que estudia) y tu intentándolo pero con poco éxito. No es que tengas pocas ganas, es que estás hasta los mismísimos de siempre lo mismo, no puedes más, pero claro, no lo puedes dejar ahora que falta tan poco. Es una lucha interna que te dura prácticamente todo el día, menos los pocos ratos en los que te centras y donde avanzas lo poco que realmente avanzas cada día. Llegas a casa y te vas a hacer algo de ejercicio para despedirte de esa barriga que te acompaña desde que tienes uso de razón, y para sentirte mejor y más saludable, además de para quitarte un poco la mala leche con la que vuelves a casa después de otro día habiéndote debatido entre el estudio y la sección total de las arterias. Cenar algo, ver la tele (exactamente el aparato elctrodoméstico, que no el contenido del mismo, porque últimamente da bastante pena lo que ponen y más aún en verano) y a la cama, donde llega uno de los pocos momentos en que estás a gusto porque por fin has encontrado un libro que te hace disfrutar de la lectura y de esoss que pensabas que no existían. La sombra del Viento. Si sigue así lleva camino de convertirse en el mejor libro que he leido, y eso que tiene competidores muy fuertes...A dormir y vuelta a empezar.

Vaya monton de...buff.

Deja tu comentario pinchando aquí­.