El mundo se para

Llega Agosto, ese mes tan deseado por algunos por las vacaciones que han merecido (o no) durante todo el año con el sudor de su frente. En mi caso no es ni mucho menos el mes deseado. Bueno, realmente iba a serlo, pero un cambio de planes ha hecho que pierda todo el encanto que iba a tener. Ha vuelto a ser lo que viene siendo para mi desde hace ya 7 largos años...un fastidio. Es un fastidio por varias razones: la primera es porque como suspendo tengo que dedicar todo el mes a estudiar, y a las alturas en que estoy ya es como una losa que no puedes quitarte de encima y que te presiona bastante. Concentrarte en el estudio en este mes es una tarea de fortaleza mental que sólo cuando septiembre está cerca empieza a no ser necesaria. Espero tenerla desde la primera semana...aunque lo dudo.

Así que mientras las personas normales de mi edad ya están trabajando o al menos haciendo algo que les reporta ingresos y se pueden permitir irse de vacaciones, a mi me toca pringar (es lo que hacen los pringaos) y por suerte puedo certificar que este es el último verano de mi vida que me paso así. El año que viene seré digno y normal, con mi trabajo que me tendrá hasta los mismísimos, trabajando demasiado y teniendo un agosto deseable y de descanso, como debe ser. Hasta que ese momento llegue, deberé seguir afrontando mi situación actual personal y académicamente, que si me llegan a avisar de esto hace unos años....yo no firmo. Pero bueno, es lo que hay, y nos guste o no la realidad hay que afrontarla y tirar hacia adelante......y con fuerza. La fuerza espero que llegue.

El mundo se para, la biblioteca no, y por lo que parece el señor Murphy (ese gran amigo de muchos) tampoco. Así que nos toca a nosotros no ser menos y no parar.

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